miércoles, 30 de octubre de 2013

16. Tener un “Don Espiritual” como el don de Lenguas o Profecía

Tener un don espiritual NO ES conversión y ciertamente no se debe confiar en eso. Los “muchos” en Mateo 7, a quienes Jesús les dijo “apartaos de Mi, nunca os conocí” estaban profetizando y diciendo muchas obras poderosas/ milagros pero NO estaban convertidos. “Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.” (Mateo. 7:22-23) Caifás profetizó y “Esto no lo dijo por sí mismo, sino que como era el sumo sacerdote aquel año, profetizó que Jesús había de morir por la nación; y no solamente por la nación, sino también para congregar en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos.” (John 11:49-52) El Libro de Hebreos habla de aquellos que “una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, y asimismo gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero” (Heb. 6:4-5) pero que se apartaron revelando que nunca fueron realmente convertidos (1 Juan 2:19; Mateo. 7:23) ¿En qué estás TU confiando para entrar al cielo? No hay nada más que vaya a llevar a una persona al cielo a parte de la consumada y perfecta obra (Juan 19:30) de Cristo Jesús en la cruz únicamente (Heb. 10:10; Judas 1:3). muchos claman que ellos ‘confían en Cristo’ pero si tú les preguntas “¿Cómo sabes que vas a ir al Cielo?” ellos responderán algo como “porque he aceptado a Jesús” o “porque voy a la iglesia”. Y así revelan que están confiando en una falsa esperanza. Querido amigo, si estás confiando en cualquiera de esas o en alguna otra razón aparte de sólo Cristo para pensar que vas a ir al Cielo, entonces eso indica que tu alma corre peligro. Jesús dijo “Yo soy la puerta” (Juan 10:7) y “El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ése es ladrón y salteador.” (Juan 10:1) No hay otro camino a la vida eterna, “Jesús dijo… ‘Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí..” (Juan 14:6) el libro de Hebreos dice que el fundamento de una verdadera conversión es el “arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios” (Heb 6:1). El contexto del libro de los Hebreos es que Cristianos profesos habían vuelto a guardar la ley/legalismo por lo que sus “obras muertas” aquí son cualquier falsa esperanza en las que las personas están confiando aparte de únicamente Cristo para su salvación. Para ser salvo, uno debe apartarse de, renunciar confiar en sus propias obras [muertas] y poner su fe/confianza en el Dios viviente.

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